miércoles, 19 de enero de 2011

día de los enamorados

Nunca le di mucha importancia a las fechas, salvo los cumpleaños, fin de año que para mi es muy especial, algún aniversario.
Las fechas impuestas con fines comerciales o por otras culturas no significan nada para mi.
San Valentín es un día pintoresco, en el cual miles de personas que nunca se acuerdan de recordarle al ser amado que la quieren, se vuelven locos comprando regalitos, mandando desayunos, endulcorando el día con frases hechas.
Sin embargo, por alguna razón que nunca llegaré a entender, mi amor siempre salia a comprar algo para mi, atento a mis gustos, como si cada día pasado en compañía mutua, no fueran suficientes, como si cada gesto cotidiano no bastara para demostrar el amor que sentía por mi.
Mis hijas me reprochaban que no fuera recíproco, pero él disfrutaba viendo la cara de sorpresa, de ilusión, de nena consentida con la cual abrìa el regalo.
El año pasado, fiel a su estilo, salió y camino varias cuadras bajo el sol de verano solo para conseguir los bombones que me gustaban, bombones que nunca más voy a recibir.
Mañana, día de los enamorados, voy a llevarle un regalo, flores como las que siempre me sorprendía, flores que nunca verá, simplemente flores.
feliz día de los enamorados, amor de mi vida

martes, 18 de enero de 2011

cartas amarillas

Este camino es un paso adelante, dos para atrás.
Buscando los anteojos de sol, pedidos por mi hija, encontré en su mesita de luz un paquete de cartas amarillas.
Cartas escritas hace casi veintiseis años, cartas de amor, cartas escritas por un hombre enamorado para su niña- mujer enamorada.
Cartas que me remontaron a mis veintiseis años y de allí hasta el presente.
Cartas en las que las palabras te amo, te extraño, sos mi vida se repiten casi incansablemente.
Cartas, simplemente cartas, amarillas, amadas, con su letra, con su firma, con su declaración de amor eterno.

pruebas

La vida te pone a prueba, pero cuantas pruebas es capaz de resistir un ser humano?
Hace una semana creí que estaba a punto de ser otra vez puesta a prueba, revivir situaciones dolorosas me hizo pensar en que la vida no tenía sentido.
Que las personas llenas de bondad, de buenos sentimientos, leales a sus principios, honradas, enteras siempre eran las que sufrian.
Que los que cometían hijaputeces eran los premiados, los elegidos y que el universo evidentemente se había vuelto paranoico.
Saber que la prueba era superada, escuchar a mis hijos preocuparse por mi, amigos que desde lejos me brindaban su apoyo, ver la sonrisa de mis nietos, futura generación y sangre de mi sangre me hace creer que todavía existe luz en este mundo.
Que la vida puede ser efectivamente bella, que el dolor se transforma de a poco en resignación, y vaya a saber en que luego, tendría que consultar con un psiquiatra.
Aún existe la bronca, la indignación, pero va menguando, las heridas curan despacito pero van curando

la casita

Villa Gesell tiene un encanto especial, momentos irrepetibles, situaciones de vida que en el momento pasan como uno más, pero que con el tiempo se vuelven luz, no amarillean.

Hace unos días regresé por trabajo, ansiosa por caminar por sus calles.

Una mano me guiaba, primero despacio, luego con una ansiedad apremiante, tenía que volver a ver "la casita".

Enmarcada en un entorno paradisíaco, el lugar en el mundo, me dió la bienvenida desde la tranquera, silenciosa, pero a la vez susurrando ...

En la noche, los pinos cantan, los duendes corretean, las almas sonrien...

Desde el porche, agitaste tu mano, me llamaste nena, reclamaste el mate, besaste mis labios para retornar a la estrella...

Fui feliz, aunque sea por instantes y me alejé tranquila, cobijada por los recuerdos.

el nido...

Frase trillada si la hay, los hijos vuelan del nido, pero por trillada no menos cierta.

Una mañana te levantás y te das cuenta que tus pequeños, aquellos que llevabas de la mano, apretando fuerte por miedo a perderlos, a que se lastimaran, ya no están.

Han volado lejos, han formado una familia, te han regalado lo más bello, pequeños a los que mirás y no sabés muy bien si son los tuyos y son frutos del vientre de tus hijos...

La vida es asi, gracias al cielo, la historia se repite año tras año, siglo tras siglo, madres que ven partir a sus retoños, con la mirada empañada de lágrimas, seguras de haber hecho lo correcto, de haberlos criado con amor, con la base del respeto, la honestidad, la verdad...

Los vemos partir recordando el momento supremo de su nacimiento, los días y las noches en vela, cuidando su sueño, momentos de llantos y alegrías, de rebeldía, de amor insuperable.

Mañana parte la última, yo me quedo, en el fondo de mi corazón estoy feliz, porque la tarea fue cumplida, con la convicción de que he hecho una buena tarea...

Gracias queridos por darme siempre motivos para seguir luchando, motivos de felicidad y arrancarme sonrisas, por sostenerme, apoyarme, acompañarme como yo lo hice con ustedes, gracias queridos hijos...


sábado, 21 de noviembre de 2009

la celeste

Hace unos días, dejé de tomar mi media pastilla de antidepresivos. Creia que era fuerte y podía elaborar lo que demora un tiempo, en unos pocos días.
Yo, la super mujer, la super madre, no podía entender como esa pastillita celeste mantenía el balance que por mis propios medios no podía lograr.
Resultado, presión por las nubes y la sensación de estar flotando.
Conclusión, otra vez pastillita en boca y la certeza que los tiempos para elaborar pérdidas se deben respetar, aunque a algunos le molesten o cansen o aburran.
Que aunque nos creamos super héroes, somos simplemente mortales, con nuestras alegrías y dolores, falencias y aciertos, simples seres humanos.

jueves, 10 de mayo de 2007

Bienvenidos

Hola a todos. Les doy la bienvenida con la esperanza de poder contar con muchos amigos. Cordialmente